NO CONOZCO AL SEÑOR señor Mastropaolo e ignoro si todo lo que dice haber hecho desinteresadamente por la fauna está demostrado y prolijamente documentado a nivel oficial, es decir, no puedo defenderlo de las acusaciones que le harían autoridades gubernamentales las que presuntamente "quieren sacarle la licencia de guardafauna" por haber incautado con personal de una fuerza de seguridad nacional más de un centenar y medio de animales de la caza furtiva que poseía ilegalmente un “intocable” zoológico privado y liberado a tres monos que las autoridades oficiales habrían dejado olvidados en las peores condiciones de encierro.
ALGO ES MUY CIERTO, la fauna silvestre no parece correctamente protegida en Santa Fe (¿intereses de trastienda?), habría inacción de áreas de aplicación, poco control de actos de caza furtiva de especies vulnerables y cómodo tráfico interprovincial, ingresando cargamentos a mercados de negros de Buenos Aires y otros centros de acopio y de distribución, caso de la provincia de Córdoba.
A COLACIÓN: estuve bastante tiempo en chalets serranos de mi familia, en campos de La Puerta, frecuenté el zoológico de la capital, hice amistad con un destacado biólogo, trabajé con serpientes y arañas “pollito” de la zona, estudiando comportamientos y estadísticas de accidentes por mordeduras, recomendando a la población desde varios artículos que publiqué en diferentes diarios de la provincia no matar innecesariamente especies útiles al equilibrio ecológico, rehabilité caballos heridos en jineteadas (sufrí un ataque cobarde y me desbarranqué quedando seis meses con mitad del cuerpo casi paralizado), fui mencionado por la Radio LV 16 de Río Cuarto, etc., de manera que investigué bastante los movimientos de cazadores furtivos, transportistas cómplices y redes del mercado negro, incluso siguiendo la pista de unos chimpacés hice un descubrimiento y cuestioné la vista gorda de autoridades, semanas después decidí ventilar este negociado de tigres, flamencos, monos y otros animales de dudoso origen entre un “popular” contrabandista de fauna dueño de gigantesco zoológico ilegal instalado en terrenos fiscales de Ezeiza, provincia de Buenos Aires, y el zoológico cordobés (ver mi nombre el 26-11-1989 en diario “El Cronista Comercial” de la ciudad de Buenos Aires, columna Contingencias, “Canje Ilegal de Fauna”; publicación en diario inglés “The Buenos Aires HERALD” del 18-11-89, titulo “Estrada Stripes Again”, etc.), como rápidamente se hizo eco un ente local conseguimos frenar el sucio arreglo.
EN SANTA FE hice una investigación en la Estación Zoológica Experimental dependiente del Gobierno provincial y descubrí que en el lugar no cumplían los objetivos promocionados de cuidar a los animales que diariamente ingresaban a cruel cautiverio, existiendo actualmente muchas denuncias al respecto y sospechosa "tolerancia" política a las añejas irregularidades. Década y media atrás dejaron morir en cruel abandono a un mono Carayá (alouatta carayá) que dejé en custodia judicial, incautado a traficante ilegal en la Feria de Pájaros de Villa Domínico en la provincia de Buenos Aires (ver publicación del diario local “El Litoral” del 25 de enero de 1995, artículo que me menciona en siete partes y al final dice: “Cabe recordar que Carlos Estrada es reconocido como uno de los mejores proteccionistas del mundo y ostenta el récord no superado por persona o institución alguna de haber recuperado ...”, “Estrada es el proteccionista que más denuncias ha presentado en la justicia argentina y el que más causas contra el tráfico ilegal de flora y fauna y contra el amparo llevó adelante”).
ESE ANIMAL RESULTÓ HERIDO en la reserva gubernamental santafesina y no tuvo atención a pesar de mis reclamos, después ocultaron su cadáver entrando en la figura delictiva de “depositarios infieles” de una especie perteneciente al patrimonio nacional, protegida por ley N° 22.421 y convenios internacionales firmados por Argentina, que además estaba a disposición de un juzgado en lo Correccional bonaerense, es decir, en claro abuso de autoridad evitaron que se hiciera una necropsia en lugar imparcial, tapando impunemente la verdad de su muerte, lo que tramaron para que no viajara más a esa Granja Experimental porque se habrían enterado que en las visitas los fines de semana yo aprovechaba a investigar visibles “descuidos”, hacinamientos de ejemplares, etc., y sacaba fotografías, grababa a informantes que conocían entretelones de la rara entrada y salida de fauna (en su mayoría monos sudamericanos) procedente de presuntos “canjes” e incautaciones oficiales.
SUPONGO QUE el guardafauna Juan Mastropaolo vio más de lo que debía y alguien con “cola de paja” y poder, involucrado en irregularidades, pudo haber influenciado para apartarlo, no olvidemos que del dolor de los animales vive mucha gente (incluyendo de "guantes blancos") y los negociados negros de productos y subproductos de la Naturaleza mueven fortunas en dólares y compran impunidad. Las cadenas de corrupción tienen inmenso alcance y usan como métodos el soborno, la intimidación, la coacción e incluso graves atentados contra la vida de proteccionistas inflexibles que desenmascaran trastiendas. Sin ir más lejos, durante años he "cosechado" balazos, puñaladas, atropellamientos, numerosos robos de documentación, cobardes emboscadas y represalias contra inocentes seres queridos cada vez que arremetía contra sinvergüenzas enquistados en áreas oficiales, los que respaldaban graves ilícitos, sin conseguir rectas investigaciones de esos ataques. Es más, el diario "El Litoral" de Santa Fe desde 1987 se ocupó varias veces de difundir mi actividad recogiendo noticias de AFP y de otros medios internacionales, detallando hechos, allanamientos, incautaciones, sumarios y mencionando a directores de nacionales de Fauna alejados de los cargos (ver amplios artículos el 18-2-89, 26-5-89, 21-7-89 y editoriales del 18-7-89 y 25-11-91).
EN ESTOS MOMENTOS no he constatado personalmente qué ocurre en Santa Fe, pero he recibido numerosos informes acerca de la continuidad de robos de animales silvestres, desapariciones misteriosas, cruel hacinamiento en habitáculos pequeños y permanentes muertes de especies (protegidas por leyes vigentes) en “La Esmeralda”.
NO PUEDEN DESMENTIR esta realidad sin ofender a Dios: en todo nuestro Norte se permite oficialmente la deforestación, los desmontes, la contaminación ambiental y la destrucción de la fauna autóctona.
CARLOS ESTRADA (escritor, periodista de investigación y proteccionista independiente de fauna salvaje con documentada trayectoria pública desde 1970, numerosas certificaciones oficiales y científicas y máximos reconocimientos internacionales por impulsar reiteradas incautaciones de millares de pieles, cueros y animales silvestres vivos de especies vulnerables valuados en varios centenares de millones de dólares, lo que figura en diarios de todas partes, Versión Taquigráfica legislativa N° 42 de 1990 del H. Concejo Deliberante de la Ciudad de Buenos Aires, libro de 801 páginas de sesiones públicas ante la prensa extranjera, detallando mi intervención en un resonante caso de corrupción oficial en perjuicio de la fauna, fui mencionado en revistas especializadas, en revistas jurídicas y de reparticiones nacionales y provinciales, en decenas de cables noticiosos de AFP al mundo, más de 50 informes publicados en inglés por el diario “The Buenos Aires HERALD” entre 1987 y 1993, en libros europeos, etc.).
Buenos Aires, ARGENTINA, octubre de 2010.
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